A efectos prácticos, es mejor liquidar los bienes en el momento del divorcio, ya que aunque los miembros del matrimonio estén de acuerdo en divorciarse, pueden no estar de acuerdo en determinados aspectos de la liquidación de los bienes. El servicio que ofrecemos es la tasación de los inmuebles activos, y la venta o alquiler, para transformarlo en dinero. De este modo se puede llegar mejor a un acuerdo de reparto económico.
Además, en muchos casos de divorcio, se suelen dar dos supuestos:
1.- Que se lo adjudique uno de los cónyuges, con lo cual deben conocer su valor para poder liquidarlos y que el otro cónyuge reciba su parte correspondiente.
2.- Que no se lo adjudique ninguno de los cónyuges, con lo cual ambos deberán conocer su valor para poder liquidarlos y nosotros procederemos a realizar la misma.
En ocasiones la mejor solución es vender a terceros los bienes que formaron parte del matrimonio, por lo que sería absurdo realizar una liquidación a favor de uno de los cónyuges cuando lo que pretenden es vender las propiedades comunes.